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martes, 3 de abril de 2012

El maestro



Gabriel, se sonreía cada vez que alguien mencionaba los poderes del maestro.
-¡Por favor no me vengan a mi con esas estupideces!
Todos afirmaban que era real, el maestro tenía poderes, los había adquirido en su estancia en el Tibet, donde durante varios años hizo un retiro espiritual, aprendiendo las técnicas de los budistas.
Para Gabriel solo eran pamplinas. Era muy escéptico ademas poco creyente de esas cosas.
Dispuesto a desmitificar al supuesto poseedor de aquellos poderes, urdió un plan, se acercaría por detrás del maestro para ver la reacción de aquel. Cuando tuvo la oportunidad lo hizo. El mismo estaba sentado en su pose tradicional de “Loto”, sin emitir ningún sonido, muy lentamente se acercó por detrás, nada podía delatarlo, pero cuando estaba a muy pocos pasos, el maestro preguntó;
-¿Qué deseas Gabriel, porque te acercas de esa manera?

Gabriel se sobresaltó, era imposible que el maestro lo hubiera escuchado, pero aún así lo reconoció y lo llamó por su nombre.
Consternado, sin saber que responder, sólo balbuceo unas palabras, no salía de su asombro, tras unos instantes de zozobra, atinó a preguntar;
-¿Como es que sabes quien soy? No me puedes ver.

El maestro se tomó su tiempo para responder, aumentando la tensión en Gabriel, pero al fin respondió;
-Gabriel, debes bañarte más seguido…

7 comentarios:

  1. jaja has escrito la biografía de muchos...Buen relato, te engancha y te sorprende con humor. Saludos, colega.

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  2. Me gustó tu relato. El final te deja una sonrisa en la cara. Seguiré leyendo. Saludos!

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    1. Gracias Rafael, lo mio sin duda es el humor, el drama lo dejo para los escritores de verdad.
      Un abrazo.

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    2. No te creas, hay que tener mucho talento y maestría para escribir con humor. Yo estoy lejos de eso (Como que debo revisarme). Un abrazo!

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  3. Gracias Hugo, no pienses que una autobiografia.
    Un abrazo

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  4. Muy bueno. al fin y al cabo, el maestro tenía un poder: era muy observador...

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    1. Y no cabe duda que el protagonista tenia su carta de presentación.Y el maestro buen olfato.

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